Mis palabras hacia ti ya son huecas,
ya ni ellas tienen ganas de crear,
se hartaron de mi.//
El folio me mira pidiendo clemencia,
no quiere seguir empapándose de una tinta
que todavía no sabe que pretende.
Y a la vez,
el bolígrafo llora y chilla en silencio
(se siente desconcertado)
nunca había ido a parar a una mano
tan manipuladora como ésta,
que un día consigue hacerle creer
que forma parte del recopilatorio de Lorca
y al siguiente lo destroza
como a un simple ticket de metro.
Pero no creáis que la culpa es de la mano escritora,
ella también se siente impotente,
entonces...
¿Quien es el culpable?
¿Yo?¿el universo?¿Dios?
¿De quien estoy siendo la reina
que sólo avanza y retrocede
en una cómica partida de ajedrez?
domingo, 15 de junio de 2014
sábado, 14 de junio de 2014
Ángel González
"Al lector se le llenaron los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad"
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad"
Un día normal.
Detener por unos instantes el curso ajetreado de la vida y observar el rumbo vacío que lleva la gente.
No me cambiaría por ninguno ni un segundo.
Conversaciones materiales sobre pasado o futuro según el caso, excusas vitales en forma de objetivos y diferentes maneras de ''ganarse la vida''.
¿Ganársela? ¿En que momento se convirtió la vida en un reto que hay que superar?
Que yo no quiero tomarme mis limitados días como una lucha, yo no decidí aparecer aquí ni me motiva una competitividad.
Nazco sin explicaciones, me educan mediante unos valores utópicos por no decir hipócritas y de repente mi meta se basa en ganar dinero.
Dinero... ese trozo de papel al que a algún iluminado en algún momento y lugar se le ocurrió poner valor.
Y todo esto para poder seguir viviendo de manera ''normal'' y comprar cosas, cuantas más, mejor.
No me hace feliz.
Ni este ni ningún otro estilo de vida que observo.
Supongo que busco demasiado allá, donde no hay quizá, ya que no sé que pretendo encontrar, mi limitada imaginación no encuentra salida alguna ni solución a este vacío en el que todo cabe y nada llena.
No me cambiaría por ninguno ni un segundo.
Conversaciones materiales sobre pasado o futuro según el caso, excusas vitales en forma de objetivos y diferentes maneras de ''ganarse la vida''.
¿Ganársela? ¿En que momento se convirtió la vida en un reto que hay que superar?
Que yo no quiero tomarme mis limitados días como una lucha, yo no decidí aparecer aquí ni me motiva una competitividad.
Nazco sin explicaciones, me educan mediante unos valores utópicos por no decir hipócritas y de repente mi meta se basa en ganar dinero.
Dinero... ese trozo de papel al que a algún iluminado en algún momento y lugar se le ocurrió poner valor.
Y todo esto para poder seguir viviendo de manera ''normal'' y comprar cosas, cuantas más, mejor.
No me hace feliz.
Ni este ni ningún otro estilo de vida que observo.
Supongo que busco demasiado allá, donde no hay quizá, ya que no sé que pretendo encontrar, mi limitada imaginación no encuentra salida alguna ni solución a este vacío en el que todo cabe y nada llena.
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