domingo, 15 de junio de 2014

Palabras vacías.

Mis palabras hacia ti ya son huecas,

ya ni ellas tienen ganas de crear, 

se hartaron de mi.//  

El folio me mira pidiendo clemencia, 

no quiere seguir empapándose de una tinta

que todavía no sabe que pretende. 

Y a la vez, 

el bolígrafo llora y chilla en silencio 

(se siente desconcertado)

nunca había ido a parar a una mano 

tan manipuladora como ésta, 

que un día consigue hacerle creer 

que forma parte del recopilatorio de Lorca 

y al siguiente lo destroza 

como a un simple ticket de metro. 

Pero no creáis que la culpa es de la mano escritora,

ella también se siente impotente,

entonces... 

¿Quien es el culpable?

¿Yo?¿el universo?¿Dios?

¿De quien estoy siendo la reina 

que sólo avanza y retrocede 

en una cómica partida de ajedrez?

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